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Si alguna vez ha visto televisión, es probable que haya visto un comercial preguntando si a usted o a un ser querido le han diagnosticado una enfermedad causada por algún tipo de producto médico, ya sea un medicamento recetado o algún otro tipo de tratamiento o dispositivo médico.”Es posible que tenga derecho a una compensación”, dicen los anuncios. “¡Póngase en contacto con nosotros hoy!”
Muchas personas se muestran escépticas ante estas afirmaciones y algunas incluso dicen que estas demandas “frívolas” aumentan el costo de la atención médica. Pero, ¿las demandas que afirman que un producto es dañino hacen que suba el precio de ese producto? ¿Las demandas realmente afectan los precios de los medicamentos?
El problema con los precios de los medicamentos recetados surge principalmente del hecho de que la industria farmacéutica puede prácticamente fijar los precios de los medicamentos como quiera. Desafortunadamente, eso significa que las compañías farmacéuticas a menudo fijan precios mucho más altos de lo necesario. Sin agencias gubernamentales que regulen los precios de los medicamentos, los pacientes en Estados Unidos terminan pagando mucho más por los medicamentos recetados que los pacientes en países similares.
Varios estudios han encontrado que las personas en otros países similares a los Estados Unidos pagan mucho menos por los medicamentos recetados que los estadounidenses. En 2021, RAND Corporation publicó un estudio en el que los investigadores compararon los precios de los medicamentos recetados con los precios de esos mismos medicamentos en otros 32 países, incluidos el Reino Unido, Alemania y Australia. Los investigadores encontraron que los precios de los medicamentos recetados eran, en promedio, un 156 % más altos en EE. UU. que en otros países del estudio. Además, un informe de 2021 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE. UU. encontró que los precios de los medicamentos en los EE. UU. eran de dos a cuatro veces más altos que los precios de los mismos medicamentos en Australia, Canadá y Francia.
Desafortunadamente, el problema parece empeorar. Los precios de los medicamentos recetados han seguido aumentando a lo largo de los años a un ritmo incluso mayor que la inflación. En 2020, investigadores de la Universidad de Pittsburgh descubrieron que el precio promedio de algunos medicamentos recetados de marca había aumentado más del 150 % entre 2007 y 2018. GoodRx informó que en enero de 2021, las compañías farmacéuticas habían aumentado los precios de 832 medicamentos en un promedio de 4,5% y en julio de 2021 había aumentado el precio de 67 medicamentos en un promedio de 3,5%.
Los precios ya altos y en continuo aumento de los medicamentos recetados son un problema real para la gente en los Estados Unidos. En 2019, casi 3 de cada 10 adultos estadounidenses declararon que no podían tomar los medicamentos tal como se los recetaron debido al costo. El gobierno de Estados Unidos sabe que el costo creciente de los medicamentos y la atención médica en general es un problema, pero la solución al problema no es tan clara.
Algunas personas creen que el gobierno podría ayudar a reducir el costo de la atención médica mediante una reforma extracontractual. Reforma Legislativa, según Forbes, es “cualquier intento por parte de los legisladores estatales o federales de:
Los partidarios de la reforma legislativa a menudo argumentan que cambiar la forma en que se manejan este tipo de demandas reduciría los costos de atención médica. Sin embargo, no se ha publicado mucha evidencia que respalde esta idea. De hecho, algunos estudios han demostrado que la reforma legislativa no reduce el gasto en atención médica y puede disminuir la calidad de la atención médica.
El Austin American-Statesman reportó que en 2012, un grupo de investigadores en Texas examinó los efectos de una enmienda constitucional de 2003 que restringía los pagos de reclamaciones por negligencia médica. Quienes promovieron la enmienda argumentaron que limitar los montos de las indemnizaciones por reclamaciones por negligencia reduciría los costos de atención médica para los pacientes. Sin embargo, después de observar el gasto de Medicare entre 2002 y 2009 en Texas para pacientes discapacitados y personas mayores, los investigadores encontraron que no había diferencias en los honorarios de los médicos.
En 2020, Zenon Zabinksi y Bernard S. Black publicaron un estudio en el que descubrieron que “la seguridad del paciente generalmente disminuye” después de que se establecen límites a los daños por negligencia médica. Zabkinski y Black también afirman que los límites de daños también provocaron “tasas más altas de eventos adversos evitables para la seguridad del paciente en los hospitales”.
La idea de que la reforma legislativa reduciría el coste de la atención médica en general es debatible. Sin embargo, la idea de que la reforma de los daños reduciría los precios de los medicamentos recetados es aún menos probable. ¿Por qué? Porque el costo de las demandas no está entre las causas principales que ponen los precios de los medicamentos tan altos.
Para realizar cambios efectivos que reduzcan los costos de los medicamentos recetados, primero es importante comprender por qué los precios son tan altos. Hay muchas razones que explican los altos precios de los medicamentos recetados. Sin embargo, tener que recuperar los costos de defender a las compañías farmacéuticas en juicios generalmente no es el factor que impulsa los altos precios de los medicamentos.
En otras palabras, si las compañías farmacéuticas no cobran precios altos principalmente con el fin de recuperar el dinero que perdieron en los juicios, entonces cambiar la forma en que se manejan esas demandas probablemente no tendrá un efecto drástico en los precios que cobran por esos medicamentos.
Hay muchos factores que conducen al alto precio de los medicamentos recetados. La cuestión de los altos precios de los medicamentos es compleja e involucra a la industria farmacéutica, la industria de la salud, el gobierno de Estados Unidos y muchas otras organizaciones. Estos son los factores más importantes que contribuyen a los altos precios de los medicamentos recetados.
Uno de los factores más relevantes que contribuye a los altos precios de los medicamentos es la cuestión de los monopolios. Los monopolios ocurren cuando no hay competencia por un servicio o producto y, a menudo, esto resulta en precios más altos. Cada año se patentan muchos medicamentos nuevos, lo que otorga a las empresas derechos exclusivos para producirlos y venderlos. Esto significa que no puede haber alternativas al medicamento. Como la gente no tiene acceso a una opción menos costosa, las empresas cobran precios más altos.
En un escenario ideal, los monopolios sobre los medicamentos serían temporales, ya que las patentes eventualmente expiran y la competencia de genéricos hace bajar los precios. Sin embargo, en muchos casos, cuando expira la vigencia de la patente de un medicamento, el estándar de atención ya ha cambiado a un medicamento más nuevo. Los medicamentos más nuevos están protegidos por patentes, lo que esencialmente puede ampliar el monopolio.
Está claro que los monopolios causan problemas importantes y deberían regularse. De hecho, muchos países ya cuentan con regulaciones que limitan los precios de lanzamiento de nuevos medicamentos. Sin embargo, Estados Unidos no cuenta con regulaciones para controlar los precios de los medicamentos recetados.
Otro factor que, lamentablemente, contribuye a algunos precios elevados de los medicamentos es que algunos medicamentos se necesitan desesperadamente para mejorar o salvar las vidas de los pacientes. Los pacientes que padecen enfermedades crónicas que ponen en peligro su vida a menudo están dispuestos a pagar cualquier precio para prolongar su vida. Esto, combinado con el monopolio de un medicamento, puede hacer que los precios de los medicamentos se disparen por encima de lo que deberían ser.
Es cierto que el desarrollo de fármacos es costoso y requiere mucho tiempo. En promedio, se necesitan unos 12 años para que un medicamento pase de las pruebas preclínicas a la aprobación final. Además, desarrollar un nuevo fármaco cuesta aproximadamente 3.000 millones de dólares. Si bien los costos de desarrollo de medicamentos influyen en el precio de un medicamento, algunos expertos creen que estas estimaciones están infladas.
Otro factor a considerar es el cabildeo o lobby farmacéutico. El cabildeo, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, puede definirse como “un intento de influir en la acción del gobierno través de comunicación escrita u oral”. En 2018, las empresas farmacéuticas y sus organizaciones comerciales gastaron aproximadamente $220 mil millones en los Estados Unidos. Mucha gente cree que el poder de lobby de la industria farmacéutica y sanitaria ha impedido cualquier reforma regulatoria o legislativa que pudiera ayudar a reducir los precios de los medicamentos recetados.
Como se indicó anteriormente, Estados Unidos actualmente no tiene ninguna agencia que tenga autoridad legal para regular o negociar el precio de todos los medicamentos. Normalmente, las compañías farmacéuticas fijan sus propios precios, dejando que las aseguradoras y los farmacéuticos decidan cuánto pagará un paciente de su bolsillo. Sin embargo, la Ley de reducción de la inflación aprobada recientemente por el presidente Biden, permitirá a Medicare negociar los precios de diez medicamentos recetados, que, en 2022, costaron a las personas con Medicare $3.4 mil millones de su bolsillo.
La reforma legislativa probablemente no resolvería el problema de los altos precios de los medicamentos recetados, ya que las demandas no afectan drásticamente los precios de los medicamentos. La solución al problema no es detener las demandas con la esperanza de bajar los precios de los medicamentos. Además de no disminuir los precios de los medicamentos, también desaparecerían los numerosos beneficios de los agravios masivos.
Un gran beneficio de las demandas por daños masivos es que a menudo incitan a las empresas a retirar del mercado productos dañinos o defectuosos. Un ejemplo reciente de esto es la Demanda de polvos de talco en el que Johnson & Johnson fue demandado por su talco en polvo, que contenía asbesto, un componente que los estudios han relacionado con el cáncer de ovario. Gracias a los esfuerzos realizados por quienes participaron en el agravio masivo, Johnson & Johnson retiró su talco para bebés a base de talco de los mercados en 2020 y lo reemplazó con una alternativa más segura.
Otro beneficio de los agravios masivos es cómo difunden conciencia y advertencias. Si un medicamento o producto puede causar lesiones o enfermedades, es mejor advertir al mayor número posible de personas sobre el riesgo potencial. Estas advertencias pueden ayudar a salvar vidas. Además, muchos medicamentos y productos en los que se centran los agravios masivos son productos de uso generalizado. Miles de personas podrían haberse visto afectadas, pero es posible que no estuvieran conscientes del problema. Los agravios masivos ayudan a hacer correr la voz entre esas personas de que no están solas en su situación.
Los agravios masivos también son importantes porque pueden responsabilizar a las industrias. En los juicios por daños, generalmente existen dos tipos de daños: compensatorios y punitivos. Los daños compensatorios son indemnizaciones otorgadas a quienes han sido perjudicados; son una compensación por las pérdidas de una de las partes. Los jurados pueden otorgar el otro tipo de indemnización, la indemnización punitiva, para castigar a un malhechor por negligencia grave o conducta escandalosa. Los daños punitivos en agravios masivos pueden responsabilizar a las empresas por sus decisiones negligentes.
¿La razón más importante por la que los agravios masivos son beneficiosos? Pueden ayudar a que un gran número de personas que han sido perjudicadas obtengan justicia. Un gran ejemplo de esto es el reciente agravio masivo por tapones auditivos defectuosos de 3M. Esta demanda permitió a casi 260.000 veteranos demandar a 3M por los tapones para los oídos defectuosos que la empresa vendió al ejército de los EE. UU. En agosto de 2023, 3M acordó pagar 6.010 millones de dólares para resolver el pleito. Debido al agravio masivo, los veteranos afectados recibirán una compensación por la pérdida y el daño auditivo causados por tapones para los oídos defectuosos.
Si ha resultado perjudicado por un medicamento peligroso o un producto defectuoso, es importante que sepa que no está solo. Nuestro compasivo y dedicado equipo de abogados de agravios masivos puede ayudarle a obtener la compensación que se merece y responsabilizar a las empresas negligentes. Ofrecemos consultas gratuitas y estamos disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana. Nos preocupamos y podemos ayudar.
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