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Si amas a los perros, como a muchas personas, es posible que hayas disfrutado de la satisfacción de acariciar a un nuevo amigo peludo en el parque o en la casa de un ser querido. Tener a Firulais cerca ciertamente puede enriquecer la vida de muchos. La compañía de un perro puede ser tan terapéutica que a veces uno puede sentir que le falta poco para hablar. La realidad es que, si bien los perros pueden ofrecer una compañía invaluable, no pueden expresarse de la misma manera que los humanos.
Saber cuándo un perro tiene dolor o se siente provocado puede resultar difícil cuando no estamos familiarizados con esa mascota en particular. Sin embargo, conocer los factores desencadenantes y el comportamiento de una mascota es responsabilidad de los dueños para que tanto el perro como quienes lo rodean puedan mantenerse seguros. Cuando un perro se excita y muerde, es importante tener todos los hechos claros avanzar de manera justa hacia la compensación de la víctima. Cuando la negligencia del propietario causa una tragedia, es esencial tomar las medidas adecuadas ante la justicia, demostrando el conocimiento del historial de un perro agresivo.
En pocas palabras, el conocimiento del dueño significa que el dueño de un perro estaba consciente de las señales de que su perro tenía tendencias agresivas. En Texas, esto está definido por el Código de Salud y Seguridad de Texas § 822.041 – § 822.044. La ley de Texas exige que los dueños de perros agresivos tomen las siguientes medidas dentro de los 30 días posteriores a enterarse de las tendencias peligrosas del perro:
Por lo general, cuando un perro muestra tendencias agresivas, hay personas involucradas y muchas situaciones dejan un rastro documental. Después de una mordedura de perro, es importante documentar las circunstancias y la secuencia de los acontecimientos, así como las lesiones resultantes y las medidas adoptadas inmediatamente después. Puede considerar los siguientes elementos como evidencia del conocimiento del propietario sobre el comportamiento peligroso de su perro.
Aceptar las consecuencias de la agresión de un perro peligroso puede resultar abrumador para todas las partes involucradas. A nadie le gusta pensar que el mejor amigo del hombre es un enemigo. Desafortunadamente, aunque no debería suceder, el miedo que provocan este tipo de tragedias puede llevar a que el dueño mienta sobre la historia del perro después de una mordedura de perro. Los acusados de mordeduras de perro a menudo emplean defensas como falta de conocimiento previo, provocación por parte de la víctima y allanamiento o entrada ilegal.
Comúnmente se contrata a expertos veterinarios o en comportamiento animal para evaluar el contexto de las acciones de la víctima y la respuesta del perro para determinar si hubo una provocación. Los tribunales suelen utilizar un estándar de persona razonable al evaluar si una persona razonable esperaría la reacción del perro ante las acciones de la víctima.
Después de un ataque de perro, debes tomar las medidas adecuadas para dar lo mejor de ti en el camino hacia la recuperación.
Inmediatamente después del suceso, las víctimas deben buscar atención médica, sin importar el tamaño de la lesión. Obtener atención médica adecuada puede prevenir infecciones graves y ayudar a reparar laceraciones extensas. Tenga en cuenta que incluso si el animal fuera pequeño, enfermedades potencialmente mortales como rabia o septicemia pueden surgir de heridas no tratadas. Obtener atención médica inmediata es esencial.
Informar el ataque a las autoridades lo antes posible puede ayudar a preservar información y pruebas más precisas del ataque. No sólo puede ayudar en una posible demanda, sino que también puede evitar que otra persona resulte lesionada.
Mantenga un registro escrito de todo lo sucedido. Conservar copias del informe del evento junto con los registros médicos pertinentes. Considere tomar fotografías o pedirle a otra persona que tome fotografías de las lesiones, el perro y el lugar del incidente antes de abandonar el lugar del ataque, si puede hacerlo de manera segura.
Contrariamente a la creencia popular, la raza no determina si un perro morderá. Más bien, la historia y el entorno del perro influirán en la probabilidad de cómo responderá a los desencadenantes. La persona que mejor conoce a un perro es su dueño, y él es el responsable final del comportamiento de su mascota. Hay maneras de buscar justicia cuando el descuido del dueño de un perro agresivo resulta en una tragedia, y saber aplicar la ley lo es todo en estos casos. Nuestros abogados experimentados conocen bien los procesos legales necesarios para llevar adelante con éxito un caso de mordedura de perro. Para muchas víctimas de mordeduras de perro, esta experiencia puede ser aterradora, pero nuestro equipo legal puede ayudar con compasión y defensa decidida. Nos importa y podemos ayudar.
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